Filtro DPF en camionetas diésel – Guía práctica y problemas frecuentes
Informe técnico y guía práctica de regeneración, combustible/aceite, uso real, problemas y buenas prácticas.
Introducción
El DPF (Diesel Particulate Filter) es un componente del sistema de escape que captura hollín y material particulado pesado para reducir emisiones; luego estás partículas son quemadas en un ciclo de limpieza llamado “regeneración”.En Argentina rige Euro 5 para vehículos M1/N1 desde el 1 de enero de 2018, lo que generalizó la adopción de DPF en camionetas diésel.
Guia de regeneración
- DPF vs catalizador: el catalizador reduce NOx/SOx; el DPF retiene hollín/partículas.
- Regeneración (limpieza): se eleva la temperatura del filtro (700 °C) y se oxida el hollín acumulado.
- Regeneración automática vs manual: la ECU decide y ejecuta la regeneración automática (en marcha o detenido); la regeneración manual es un “buffer” que sólo se habilita cuando el sistema lo pide, con condiciones de seguridad previas.
- Referencia tiempo de regeneración 15 a 30 min.
- Referencia frecuencia de cada regeneración cada 300/400 km.
- Ralentí elevado en regeneración (1.200 rpm aprox).
- Estrategias de regeneración:
- Toyota: por ejemplo usa un quinto inyector aguas abajo del múltiple para regeneración automática.
- Otras marcas emplean post-inyección en los cilindros; y, según el motor puede existir que DPF se combine con SCR (AdBlue).
Problemas frecuentes
- Señales de proceso: en regeneración manual el motor acelera y parpadea el testigo; en automática, puede sentirse el ralentí más alto (~1.200 rpm).
- Mensajes de advertencia: si no se logra regenerar, aparece “DPF LLENO, VISITE SU CONCESIONARIO”; seguir circulando en esas condiciones puede dañar el DPF/escape.
- Humo/olores: puede verse humo blanco u olores distintos durante la regeneración; no implica anomalía, pero refuerza usar diesel grado 3.
- Interrupciones: apagar el motor o condiciones no favorables detienen la regeneración; la recomendación es no interrumpir y favorecer marcha constante.
- Seguridad: evitar cercanía de material inflamable; preferir lugares abiertos o ventilados durante regeneraciones estacionarias.
- Combustible/aceite inadecuados: diésel fuera de especificación o aceite que no sea baja ceniza incrementan saturación y riesgo de fallas.
- En traslados urbanos cortos y con arranques/paradas frecuentes, priorizar trayectos de limpieza (15–20 minutos a velocidad constante) cuando el sistema lo pida.
Procedimientos prácticos
- Cuándo dejarla regenerar: cuando la ECU lo pida (testigo/leyenda), completar el ciclo; puede ser en marcha o detenido.
- Cómo forzar manual (si el modelo lo permite): estacionar en lugar seguro y ventilado, freno de mano, caja en “P”/punto muerto, motor encendido y accionar el botón.
- Qué evitar: interrumpir ciclos, usar diésel de alto azufre.
- Qué es normal: ralentí cercano a 1.200 rpm, ventilador activado, olor distinto y temperaturas altas en escape.
- Sincronizar con el plan de mantenimiento: respetar calidad de combustible y aceite; no existe “service de DPF” preventivo, pero sí procedimientos de diagnóstico/regeneración asistida si hay saturación.
- Advertencias críticas: ante “DPF LLENO” o testigos múltiples, no forzar uso; podría requerir atención especializada y eventual recambio.
Conclusión
En motores diésel el DPF llegó para quedarse; ya que es necesario para cumplir con las normas ambientales (comenzó con Euro 5).
Los motores modernos exigen uso correcto de combustible (Diésel G3 <=10 ppm azufre) y modificar los hábitos de conducción, para que permitan lograr regeneraciones completas.
IgnacioS.
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